¡Tu pupila te delata!

La pupila es la parte del ojo que se encarga de regular la cantidad de luz que accede a la retina. Esta se contrae cuando hay mucha luz y por el contrario se dilata en situaciones de poca luz.

Pero, ¿sabías que también puede reaccionar a nuestras emociones como la excitación o la atracción?

Cuando algo nos gusta, se produce una liberación de dopamina estimulando el músculo ciliar y produciendo la dilatación pupilar. Si las pupilas se dilatan sin producirse una variación lumínica, significa que son el reflejo de estados emocionales, tanto negativos como positivos. Es el caso de la excitación sexual: si una persona nos atrae, nuestras pupilas se dilatarán, pero también ocurre lo contrario, ya que inconscientemente seremos más receptivos ante una persona con las pupilas dilatadas.

Nuestras pupilas no sólo reaccionan ante una persona que nos atrae, también lo harán si nos ponen delante un exquisito plato, si contemplamos una bonita puesta de sol o si tenenos las cartas perfectas para una buena jugada al póker.

Existe incluso una disciplina que se encarga de estudiar los factores psicológicos que afectan a la respuesta pupilar, es la llamada pupilometría. Algunos estudios sugieren que el tamaño de la pupila influye en las interacciones sociales, tomando un papel no verbal, siendo asociado a atributos positivos como amistad y atractivo.

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